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Marzo 2017
En 2013 Margarita Ramón-Borja Berenguer cedió al MARQ una copa de cerámica cuyo aspecto general le daba a entender que quizá podría ser una pieza relevante. Audemars Piguet Royal Oak Concept Replica Una vez analizada por los técnicos del museo, se comprobó que tenía una antigüedad de más de 3.500 años, y que pertenecía a la Edad del Bronce, por lo que pasó a engrosar la colección de fondos de Prehistoria del Museo Arqueológico de Alicante.
Retrato de Margarita |
Copa Argárica Colección Borja |
Fondos de Prehistoria del Museo |
Copas de cerámica similares a ésta eran bastante comunes entre la vajilla de la llamada “Cultura de El Argar”, una sociedad de la Edad del Bronce que entre 2200 y 1500 a.C. ocupó buena parte del Sureste de la península Ibérica, incluyendo las tierras alicantinas del Bajo Segura y Bajo Vinalopó, que constituían los límites más orientales de su territorio. Las excavaciones realizadas en los últimos años en yacimientos alicantinos como Cabezo Pardo, Laderas del Castillo o Caramoro-I lo confirman.
Vista general de Cabezo Pardo. San Isidro Excavaciones en Caramoro I. Elche. 2016
Laderas del castillo. Callosa del Segura. 2013
Desde las primeras investigaciones sobre la sociedad argárica, que se remontan a finales del siglo XIX, las copas de cerámica se han considerado uno de sus objetos más característicos. Su frecuente presencia entre las piezas que componen los ajuares de las tumbas ha hecho suponer que su uso debió estar íntimamente ligado a los ritos funerarios vinculados con los enterramientos. Pero su aparición en contextos de hábitat nos habla también de su empleo en el ámbito doméstico.
La Almoloya (Pliego, Murcia). Tumba 21. Vista general de la sepultura, detalle y ajuar funerario. Foto: ASOME-UAB
La copa donada por Margarita Ramón-Borja viene a acrecer la colección de copas de cerámica argáricas de los fondos del MARQ, que ya contaba con otras dos pertenecientes a la Colección Quiles. Los recientes análisis espectrográficos y cromatográficos aplicados a algunas copas argáricas están proporcionando nuevos indicios sobre el tipo de contenidos que se consumían en ellas, y también nos han deparado algunas sorpresas, como que tal vez algunas de ellas se emplearan como lámparas.
Copas argáricas colección Quiles