Piedra caliza y estuco modelado y pintado
Fundación La Ruta Maya, Guatemala
Esta escultura representa a un hombre enmascarado, vestido con un taparrabo y una falda, yaciendo sobre su vientre en una postura acechante, semejando a un felino al cazar. El personaje porta atributos propios de un jaguar, característico por las típicas manchas de piel de jaguar pintadas sobre su taparrabo, la máscara con un inconfundible hocico con colmillos, la típica forma de las orejas, así como las volutas que emergen de las comisuras de la boca. No es posible saber si el hombre-jaguar está cazando, luchando en una batalla o si realiza un ritual relacionado con estos temas. Aunque posiblemente se trate de un contexto ritual, ya que lleva un collar tan elaborado que representaría un obstáculo durante la guerra o la caza.
Es muy probable que en algún momento esta escultura formara parte de un programa escultórico más amplio. Fue hallada durante trabajos de construcción a mediados de los 1990 al suroeste del lago Petén Itzá, y para salvarla de manera más fácil se cortó a la mitad. En el proceso se rompió parte de la cabeza, aún así, salvo por la frente todos los detalles son originales.