En el Abrigo I de Benirrama se localiza uno de los mejores conjuntos de representaciones humanas. Destaca un arquero levantino con un arco y varias flechas cruzados al tronco, así como un carcaj con tres flechas entre las piernas, muy similar al de otra figura casi perdida.
Figuras humanas que comparten características levantinas y esquemáticas, confirmando las relaciones entre ambas manifestaciones artísticas. Tienen una cabeza triangular con adornos a modo de orejas de animales. Solo una sostiene un arco.