Jarro

Tossal de Manises (Alicante) Cerámica h: 31,5 cm; a: 21’4 cm Ibérico Finales del siglo III a. C.

 

Jarro u oinochoe de cerámica ibérica con decoración pintada. Le falta la boca que se intuye, por la forma del cuello, trilobulada. Cuerpo piriforme y base convexa. Se conserva el arranque inferior del asa que sería bífida. Pasta rojiza muy bien depurada.

 

El tema decorativo central está formado por dos jinetes enfrentados separados por una gran hoja de hiedra y enmarcados horizontalmente por bandas y filetes entre la zona del diámetro mayor y la base del cuello. Las figuras están silueteadas y los cuerpos masculinos indicados al dejar en reserva la zona correspondiente en el cuerpo del caballo. Al jinete de la izquierda le falta la cabeza y también parte del cuerpo del animal. La vestimenta del caballero de la derecha está dibujada mediante trazos cruzados en diagonal y en el otro mediante bandas. Ambos sostienen las anchas riendas con una mano mientras que con la otra blanden sendas lanzas por el extremo distal de tal manera que las puntas, de forma acorazonada quedan en el lado opuesto.

 

La decoración se completa con motivos geométricos y vegetales a base de flores trilobuladas, roleos, estrellas y zapateros. El cuello muestra elementos geométricos (triángulos, bandas y eses verticales).

 

Esta pieza, hallada en 1994 durante los trabajos de consolidación del yacimiento es el primer ejemplar documentado del estilo “narrativo” o Lliria-Oliva en el yacimiento y tan al sur de la Contestania, hasta ahora prácticamente extendido en la zona del Alcoià-Comtat, bajo la influencia de La Serreta (Cocentaina-Penàguila-Alcoy), y con algún ejemplar en el Tossal de la Cala (Benidorm), además del famoso vaso de la necrópolis de Oliva. En posteriores excavaciones se han encontrado otros vasos de este estilo en el Tossal de Manises.
La decoración se relaciona con los temas de Sant Miquel de Lliria y Serreta aunque el trazo y disposición de las figuras y motivos complementarios recuerda más los vasos pintados del yacimiento interior contestano.

 

Creemos que los jinetes no están mostrados en actitud de combate sino más bien expresan un acto ritual o parada puesto que las armas, las lanzas, no amenazan al jinete enfrentado sino que, al contrario, la puntas quedan situadas en el extremo más alejado del hipotético rival. Sería una prueba de que gran parte de las escenas con guerreros del estilo narrativo no expresan actitudes de lucha o relatan plásticamente batallas sino más bien exhibiciones de la aristocracia ibera, tal como se sugiere para los vasos de Lliria.

 

C.S.: 5962
Inédito.  

 

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