Catedral de Orihuela. Baja Edad Media: siglo XV
Las gárgolas, cuyo nombre deriva de la palabra francesa gargouille, son la parte final del canalón por donde se vierte agua de los tejados. Utilizadas desde la antigüedad, ganan en detalle en la Edad Media con la llegada del gótico. Eran representadas como figuras de formas grotescas y parece ser que su función simbólica era la de guardar el templo y atemorizar a los pecadores. A las primeras gárgolas se las llamó grifos, nombre que hacía alusión a un ser mitológico con cabeza de águila y cuerpo de león. Se solían representar como seres con formas animales o humanas, o una mezcla de ambas, pero representados de forma monstruosa o grotesca, como es el caso de esta gárgola conservada de la Catedral de Orihuela, con una expresión intencionadamente horrible, grotesca o irónica.