El Museo Arqueológico de la Diputación de Alicante ha clausurado este pasado domingo la muestra ‘Cova de l’Or: Museo de sitio, investigación, protección y apertura de un santuario del VI milenio a.C.’, coincidiendo con la finalización de las jornadas de puertas abiertas tanto al Centro de Interpretación de este enclave, como al propio yacimiento en Beniarrés, tras su apertura al público con servicio de visitas guiadas el pasado 11 de junio.

Hasta 11.356 visitantes, han tenido durante estos seis meses la oportunidad de descubrir aquí la riqueza arquitectónica y arqueológica de la cueva gracias a una propuesta museística para todos los públicos enmarcada en un impresionante diseño expositivo.

Las piezas que integran la muestra ya regresan a sus respectivos orígenes, las vitrinas del MARQ y el Museu Arqueològic Municipal Camil Vicedo Moltó de Alcoy.

Los amantes de la historia y la naturaleza han tenido durante estos seis meses la oportunidad de descubrir aquí la riqueza arquitectónica y arqueológica de la cueva gracias a una propuesta museística para todos los públicos enmarcada en un impresionante diseño expositivo.

El objetivo de esta propuesta era poner en valor este importante enclave arqueológico de la sierra del Benicadell imprescindible para el conocimiento del Neolítico en la fachada mediterránea de la Península Ibérica.

Asimismo, durante los fines de semana del mes de junio, y gracias a un acuerdo entre la Fundación MARQ y el Ayuntamiento de Beniarrés, se ha podido realizar un recorrido de interés cultural y paisajístico que incluye la cueva y el Centro de Interpretación del yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural, que ha logrado sumar un total de 565 visitantes, 241 al yacimiento y 324 al Centro de Interpretación. Las visitas guiadas a este paraje se reanudarán en el mes de septiembre.

Descubierta en los años treinta del siglo XX, en el yacimiento se han desarrollado distintas campañas de excavaciones arqueológicas. Ya en el siglo XXI, el MARQ planteó varias intervenciones en relación con el proyecto de puesta en valor y apertura de la cavidad, que han permitido conocer mejor la boca de la cueva y su entorno.

Los elementos materiales hallados en la Cova de l’Or testimonian la importancia de la ocupación en el Neolítico Antiguo (5500-5000 a.C.), cuando la cueva constituyó un lugar idóneo para la habitación. El hallazgo de un importante repertorio de cerámica simbólica la señala como un lugar especial, un santuario donde podrían haberse realizado ceremonias y ritos.