La presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, y el director territorial de Cajamar Caja Rural en Alicante, Francisco Javier Ruiz, han firmado esta mañana un convenio de colaboración destinado a favorecer la accesibilidad a los servicios y actividades culturales que desarrolla el MARQ al colectivo de personas con discapacidad funcional.

Pastor ha destacado que este acuerdo “nos permite seguir trabajando  en diferentes iniciativas dentro de nuestra voluntad de hacer más accesible los contenidos y las actividades que organiza el Museo Arqueológico” que, ha recordado, obtuvo recientemente el Premio Solidario ONCE Comunidad Valenciana 2013 por su labor en favor de la plena normalización e integración de las personas con discapacidad funcional.

El convenio incluye el desarrollo de un paquete integral de actuaciones de accesibilidad que favorecerá la difusión de las acciones que desarrolla el MARQ “y que ofrece grandes posibilidades al colectivo de personas discapacitadas que tradicionalmente han tenido dificultares para el acceso al conocimiento y la cultura”, ha señalado Ruiz.

El acuerdo permitirá continuar con la campaña de visitas guiadas y teatralizadas en Lengua de Signos o con la colaboración con la Asociación Alicantina de Síndrome de Down que incluye visitas específicas al Museo y al yacimiento romano de Lucentum en el Tossal de Manises.

Asimismo, gracias a la colaboración de Cajamar, se mantendrán proyectos como “aMARQdrina una pieza”, que tiene como objetivo propiciar el conocimiento de una época histórica a través del objeto arqueológico, “Los cuentos del MARQ”, con los que los escolares de Educación Especial estudian las diferentes épocas históricas, o las jornadas “La arqueología de los más pequeños”, dirigidas también a profesores de Educación Especial.

Finalmente, también se posibilita la continuidad del proyecto que el MARQ lleva a cabo con la Asociación ASPALI, Asociación  Asperger de Alicante, “Guías del MARQ por un día”, cuyo objetivo es utilizar el museo para fomentar las relaciones sociales y mejorar la autoestima entre un grupo de chicos con síndrome de Asperger entre los 13 y 18 años que tienen en común su pasión por la historia y la arqueología.