Hemos perdido a un gran amigo. El pasado lunes 30 de junio fallecía en los Pirineos aragoneses nuestro entrañable Antonio Campos Pardillos. Todavía no nos lo creemos. Un gran amante de la cultura y su difusión, profesor jubilado que a sus 67 años se mantenía en plena forma,  practicando senderismo y moviéndose en bicicleta por la comarca de l’Alacantí, sobre todo por  su querida Huerta, donde nos hizo descubrir a muchos multitud de tesoros.

      Colaborador incansable con asociaciones, colectivos, ayuntamientos, institutos y colegios, pocos eran los fines de semana que no tenía que, muy gustosamente, acompañar a ciudadanos y compartir todo su conocimiento sobre la Huerta de Alicante y principalmente, sobre las numerosas construcciones defensivas que en ella se erigen, como baluartes en el olvido que tuvieron su enorme importancia en el pasado, del mismo modo (como él consideraba) lo tienen en la actualidad por ser parte de nuestro Patrimonio Cultural, que merece ser conocido, respetado y protegido.

       Gracias a personas como él, y otros amigos como son Patricia, Juan López (Plinthus), Jose, Jara, Pedro, Enric, Jose Luis, Jaume y muchos otros, organizamos desde el MARQ las recientes Rutas a Pie y en Bicicleta por las Torres de la Huerta, que tanta aceptación tuvieron y que en tan buen lugar nos deja a nosotros, el Museo Arqueológico de Alicante, que nunca  hubiera podido llegar donde llegó de no ser por el enorme trabajo altruista realizado por todas estas personas, y especialmente por nuestro querido Antonio, ya que siempre estaba ahí, al pie del cañón, o mejor dicho, a los pies de la “Torres de la Huerta” para ser nuestro guía – colaborador.

       Además junto a nuestro técnico especialista en la materia, José Luis Menéndez, pudimos ofrecer una charla sobre esta temática tan desconocida para los propios alicantinos, del mismo modo que podemos seguir ofreciendo una guía didáctica para nuestros visitantes con los aspectos de mayor interés, con la colaboración de Plinthus en el diseño de la Topoguía del lugar.

       Desde aquí, allá donde estés Toni, no podemos decir otra cosa que nos hemos quedado un poco huérfanos con tu marcha, que teníamos muchos proyectos pensados. Que nos faltó una Ruta a pie o en bicicleta a la Illeta dels Banyets y visita a la Torre, como te hubiera gustado. Que hemos tenido mucha suerte de  conocerte y de haber contado con tu colaboración. Un enorme placer haber compartido experiencias y que seguro que la llama que contribuiste a encender, permanecerá encendida en los que te rodeaban. Entre ellos nosotros, el MARQ.