En cuanto a la alimentación, los estudios carpológicos denotan la presencia de cereales como el trigo y la cebada, legumbres, frutos como higos, manzanas/peras, granados, aceitunas y uva.

Se han encontrado numerosos ejemplares de molinos giratorios, algunos servían para moler cereales y otros pudieron servir para hacer harinas de pescado.

Los estudios de ictiofauna han revelado la presencia de numerosas especies de pescado, lo que indica el aprovechamiento de los recursos del mar. Destacan los peces de pequeño y mediano tamaño como la sardina, caballa, cabrilla, boga, dentón, sargos, pargos chopa y morena.

La abundancia de los restos y la composición anatómica de los mismos (escamas y restos de cabeza) y el tratamiento al que se los sometió sugieren que se trata de los restos de una actividad industrial dedicada a la elaboración de conservas de pescado.

Restos de ictiofauna durante el proceso de excavación

También se han identificado huesos de 7 especies animales domésticas; ovejas, cabras, cerdos, bueyes, perros, caballos y asnos. Además también se tiene constancia de otras tantas silvestres, por lo que la caza sería también una importante fuente de alimentación. Las especies identicicadas son el conejo, la liebre, el ciervo, la cabra montés, la codorniz, la pardela cenicienta y la gaviota.