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El acceso tanto al Centro de Interpretación como al Yacimiento de la Cova de l’Or se circunscribe a las visitas guiadas previamente concertadas promovidas por la Fundación C.V. MARQ, tras el convenio suscrito con el Ayuntamiento de Beniarrés, con el objetivo de preservar el valor del legado histórico del yacimiento arqueológico convertido en Museo de Sitio. No se autoriza la visita libre, sin la previa concertación y hasta completar el aforo máximo de 15 personas/pase, que los técnicos y especialistas del MARQ y del Área de Arquitectura de la Diputación de Alicante han establecido.
El punto de encuentro, para el grupo previamente concertado se sitúa en el renovado Centro de Interpretación de La Cova de l’Or, en el casco urbano de la población y junto al edificio del Ayuntamiento de Beniarrés, donde dará comienzo la visita guiada con un recorrido por el citado Centro que incluye la proyección de un vídeo que posibilita la contextualización del espacio y su entorno, favoreciendo el acceso a los baños, si así se precisara.
Desde ahí, el grupo se desplazará en vehículo (incluido en el servicio ofertado) hasta el inicio del sendero que conduce al Yacimiento tras recibir en el Centro de Interpretación las indicaciones al efecto, realizando a lo largo de dicho recorrido una visita interpretativa del paisaje, que tendrá continuidad durante el tramo a pie del camino rural que lleva a la entrada de la propia Cueva disfrutando durante el mismo de la flora, fauna y riqueza medioambiental. En caso de que algún grupo comunique con antelación que cuenta con vehículo propio para acceder hasta el punto en que da comienzo el sendero, la organización se encargará de atender igualmente la visita con guía sin minorar la tarifa establecida.
A la llegada a la cueva se dispondrá de un tiempo cercano a 10 minutos para la toma de fotos del paisaje y la observación del mismo desde el privilegiado mirador que da acceso al Yacimiento, momento en el que se les indicará, por los guías, las normas de uso en el interior de la Cueva. Facilitando a los visitantes un casco de seguridad debidamente higienizado a su presencia, con entrega asimismo de un gorro higiénico de un solo uso. Asimismo, para garantizar el correcto visionado de la cueva y el disfrute de la experiencia, se habilitarán linternas especializadas con el fin de solventar posibles incidencias en la instalación eléctrica.
Seguidamente, se llevará a cabo la visita interpretativa del Yacimiento, realizando el recorrido inverso una vez finalizada.
La visita guiada al Centro de Interpretación y a la Cueva se realiza por dos guías cualificadas, debidamente uniformadas con el logo de la Fundación MARQ y de la Cova de l’Or.
La visita solo se puede desarrollar previa reserva en el portal web habilitado para ello, www.marqalicante.com, vía mail info@marqalicante.com, covadelor@marqalicante.com o telefónica 965 14 90 00, por motivos de control de aforo del Yacimiento, estableciendo como cierre de reservas para cada pase 1,5 horas antes del inicio de la misma (salvo las visitas de primera hora de la mañana, cuya hora de cierre será 30 minutos antes del cierre del servicio de Taquillas del MARQ del día anterior), con el pago de la tarifa determinada (3€/Escolares y 5€/Genérica).
En caso de que a la hora de inicio de la visita queden plazas vacantes, éstas se podrán completar in situ, hasta el alcanzar el aforo máximo de cada pase (15 pax) habilitando para ello el sistema de pago directo en el propio Centro de Interpretación al guía responsable de la visita.
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CONCERTACIÓN
965 149 000
covadelor@marqalicante.com
Los elementos materiales hallados en la cavidad de Beniarrés testimonian la importancia de la ocupación en el Neolítico Antiguo (5500-5000 a.C.), cuando la cueva constituyó un lugar idóneo para la habitación. De esa época son las acumulaciones de semillas de trigo y cebada, propias de antiguos cultivos, cuya primera práctica remite al Próximo Oriente. La observación de alguna inhumación, la calidad de los materiales y la abundancia de cereal torrefactado para su almacenamiento señalan a la cavidad y a su entorno inmediato como un lugar especial donde podrían haberse realizado ceremonias y ritos.
De esa etapa son las cerámicas impresas con concha (impresión cardial), destacando aquellas que presentan en su decoración figuras humanas con los brazos alzados, solas en posición de orante, o en grupo evocando una danza. El simbolismo de esa alfarería se define dentro de la vertiente mueble del Arte Macroesquemático, lo que vincula la cavidad con los santuarios de Arte Rupestre de esa cronología, como la Sarga (Alcoy) o el Pla de Petracos (Castell de Castells), pudiendo haber participado la Cova de l’Or de algún tipo de ciclo ritual vinculado a esos enclaves de reunión y encuentro.
La Cova de l’Or de Beniarrés se abre a 675 m sobre el nivel del mar en la vertiente meridional del conjunto de relieves que conforman la sierra del Benicadell. Recoge en su interior un yacimiento arqueológico de enorme importancia para el conocimiento y la investigación del Neolítico de la fachada mediterránea de la Península Ibérica. La calidad y significación del material arqueológico hallado en las excavaciones planteadas desde los años treinta del s. XX hacen ver que la cavidad constituiría un lugar de referencia social, para los pobladores de origen mediterráneo que a mediados del VI milenio a.C., introdujeron en estos valles la práctica de la agricultura y la ganadería.
Declarada Bien de Interés Cultural se abre a las visitas guiadas, culminando un sugestivo recorrido de interés cultural y paisajístico que puede iniciarse en el Centro de interpretación que se dispone en el mismo núcleo urbano de Beniarrés. En esta exposición se dan a conocer los trabajos técnicos y de investigación que han hecho posible su apertura al público.
Abierta en el relieve calcáreo del Cretácico la cavidad cárstica dispone de una planta alargada de orientación SW-NE y techo de desarrollo rectilíneo que va ganando en altura con respecto a un piso de marcada inclinación, desde la entrada al fondo. Esa pendiente ha facilitado la aportación de sedimentos de las laderas, fenómeno de colmatación combinado con el de desprendimientos de bloques, a consecuencia del desarrollo de fisuras y fracturas en las paredes y el techo. Aunque compartimentado por esos volúmenes y las paredes de roca, el espacio es diáfano, beneficiándose de la luz solar por la amplia entrada a piso y por una oquedad cenital a modo linterna.
Descubierta en los años treinta del s. XX, en la cavidad se han desarrollado excavaciones arqueológicas por el Museo Arqueológico Municipal de Alcoy y de manera principal por el Museo de Prehistoria de Valencia, revelando una secuencia que cubre todo el desarrollo del Neolítico (5500-2800 a.C.). Las campañas de excavación más fructíferas fueron dirigidas en los años cincuenta por Vicente Pascual Pérez y en los setenta y ochenta por Bernat Martí Oliver, afectando a áreas próximas a la entrada. En el s. XXI el MARQ ha planteado intervenciones en relación con el proyecto de puesta en valor y apertura de la cavidad, que han permitido conocer mejor la boca de la cueva y su entorno, a la vez que recuperar materiales de la criba de las excavaciones de los años cincuenta. Los objetos encontrados en el yacimiento ocupan un lugar de relevancia en los museos arqueológicos de Alcoy, Alicante y Valencia.
El dominio del paisaje del valle, la amplitud del espacio y la iluminación solar, haría de la cavidad un lugar idóneo para la frecuentación y la habitación humana. Las excavaciones testimonian ese uso, encontrándose evidencias de alimentos y enseres de los grupos familiares que la ocuparan. Semillas de cereales, como el trigo y la cebada y de leguminosas, como habas, lentejas o guisantes y restos de fauna que identifican ovejas, cabras, cerdos y menor medida toros y perros. Gentes agrícolas y ganaderas que complementaron su dieta cazando conejos, ciervos, corzos, jabalíes y uros.
La evocación de aquella habitación ha inspirado todo el proyecto de puesta en valor, recuperando la embocadura de la cavidad, limpiando el interior y disponiendo bajo el óculo de la entrada figuras a escala humana. Desarrolladas por el Área de Arquitectura de la Diputación de Alicante, las actuaciones se iniciaron en 2016 culminando en 2020. Se ha mejorado el acceso, acondicionado el exterior para las visitas, dotado a la cueva de un nuevo cierre y dispuesto una pasarela para acceder al interior y sumergirse en el ambiente de aquellos primeros neolíticos.
Ahora es el momento de visitar el yacimiento de la Cova de l’Or, un enclave de enorme importancia cultural dotado de medios para facilitar su acceso y hacer comprensible su significación en el Neolítico. Gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Beniarrés y la Fundación C.V. MARQ se ofrece un servicio de guías que cubre la visita al centro de interpretación y a la cueva.
El plan oferta visitas en fin de semana previa concertación. Incluye el desplazamiento en vehículo hasta el arranque de la senda, cerca de una antigua cantera. A pie se recorren unos 850 m, salvando pendientes que no superan el 20%. El recorrido aprovecha antiguos bancales y ofrece una vista espectacular de la sierra del Benicadell. Ya en el acceso, abierta la cancela el guía instala los paneles solares que dan tenue luz al interior. Su explicación versa sobre los logros de aquellos pobladores que hace más de 7.000 años disfrutaron de un entorno que tenemos el deber de respetar.