Después de la introducción a la muestra, en el primer tramo del pasillo se podrá ver la distribución de los principales anfiteatros del Imperio Romano acompañada de una línea de tiempo que recoge desde el origen de los combates gladiatorios en los siglos IV-III a. C. hasta el final de su existencia, en los últimos años del Imperio. En el segundo tramo del pasillo podremos ver el panorama de los espectáculos de gladiadores en la Hispania Romana, iniciados regularmente hacia finales del siglo I a. C. Se han localizado casi una veintena de anfiteatros en la península, lo que demuestra la gran difusión de este tipo de espectáculos en las provincias hispanas. Las referencias a inscripciones conservadas en piedra, muchas funerarias, son fundamentales a la hora de conocer y entender mejor a los protagonistas de esta exposición. El último tramo recoge un apartado dedicado a la mujer, quien, a pesar de la escasa documentación histórica o arqueológica, sabemos que participaba en los espectáculos del anfiteatro como luchadora. En la otra sección se recogen grafitos conservados en las paredes del Coliseo de Roma o de Pompeya. Son trazos y leyendas simples, realizados por seguidores entusiastas, que nos acercan los nombres y éxitos obtenidos por algunos gladiadores sobresalientes que alcanzaron gloria y honor.